Hoy ha muerto a los 111 años de edad el lingüista chino Zhou Youguang (周有光), “padre” del sistema pinyin
Publicado por Rocío G. Hinojosa
Zhou Yaoping –que más tarde adoptó el seudónimo de Zhou Youguang– nació el 13 de enero de 1906 cuando en China la dinastía Qing aún ocupaba el poder (y en España reinaba Alfonso XIII). Estudió economía y lingüística en la primera universidad de estilo occidental de China: la Universidad de Saint John, en Shanghái. Tras graduarse, se casó, tuvo un hijo y vivió en Japón y en Estados Unidos, donde trabajó en Wall Street y tuvo la oportunidad de charlar en varias ocasiones con Albert Einstein.
En 1949, año en que se fundó la República Popular China, Zhou regresó a su país con su esposa y su hijo. El recién autoproclamado Partido Comunista de Mao Zedong confió en Zhou para liderar una comisión encargada de reformar el idioma chino y hacerlo más accesible a la población rural para así reducir el índice de analfabetismo, que en los últimos años había llegado a ser de un 85%.
Zhou necesitó tres años de trabajo intensivo hasta que, en 1958, el sistema pinyin vio la luz. El sistema pinyin es un sistema de romanización de los caracteres, es decir, se transcribe la pronunciación del carácter usando el alfabeto romano y se añaden distintos “acentos” encima de las vocales para marcar el tono de la sílaba. Hasta ese momento, en China se había utilizado un sistema –más pobre e ineficiente– para realizar la transcripción fonética de los caracteres chinos, el sistema Wade-Giles, creado por dos lingüistas ingleses en el siglo XIX. El nuevo sistema pinyin desterró este antiguo modelo y fue declarado sistema oficial de transcripción de los caracteres.
El sistema de Zhou supuso un gran avance en la didáctica de la lengua china, no solo para los extranjeros, que nos servimos de este sistema durante nuestras primeras etapas en el estudio de la lengua cuando los caracteres son todavía demasiado inaccesibles, sino también para la población china, cuya tasa de analfabetismo hoy en día ha descendido al 10%. Además, con la llegada de la tecnología, el pinyin contribuyó a la inmediata creación de un sistema de introducción del idioma chino tanto en ordenadores como en dispositivos móviles: solamente hay que teclear la pronunciación tal como se escribe en pinyin (en letras romanas) y automáticamente nos aparece el carácter en la pantalla.
A pesar de la gran contribución que Zhou había hecho a su país, durante la Revolución Cultural el lingüista fue perseguido y enviado a un campo de trabajo para someterse a la Reeducación de Mao (una medida política que obligaba a los jóvenes a dejar sus estudios y trabajar en el campo durante largas jornadas de trabajo). Al igual que muchos intelectuales de la misma época, Zhou pasó dos años realizando trabajos forzados, sin poder ver a su mujer y su hijo.
Zhou Youguang ha trabajado en la traducción del inglés al chino de la Enciclopedia Británica y ha escrito numerosos libros, la mayoría de los cuales están censurados en China por tener un matiz político, ser críticos con el Partido Comunista y promulgar la democracia.
En sus últimos años de vida, a pesar de su avanzada edad, Zhou aprovechaba muy inteligentemente sus cumpleaños y otras apariciones en los medios de prensa para, una vez más, promulgar la democracia y criticar ciertas acciones del Partido, lo cual no era muy bien recibido por el Gobierno. En una entrevista en 2011 dijo que esperaba que llegara el día en que China cambiara su posición con respecto a La matanza de Tiananmen (1989). También solía escribir posts en su blog personal, pero su hijo se quejaba de que los comentarios con halagos a su padre eran censurados, desapareciendo inmediatamente y dejando constancia solamente de las críticas.
En uno de sus últimos libros, Zhou sostenía que las reformas económicas promulgadas por Deng Xiaoping debían ir acompañadas de un cambio político:
Que la gente china se haga rica no es lo importante. El progreso humano es esencialmente un progreso hacia la democracia.
Zhou Youguang ha muerto hoy, 14 de enero de 2017, en su casa de Pekín, un día después de su 111 cumpleaños.